Durante los últimos años, la tipología de edificio para la salud ha sido ampliamente revisada y discutida con miras a lograr entornos sanadores mucho más amables para todos sus usuarios, sin embargo, y como producto de los avances tecnológicos del siglo XX, el hospital ha sido convencionalmente concebido bajo el paradigma funcionalista de ser “una máquina para sanar”.
Estos nuevos estándares proponen llevar a un siguiente nivel el uso efectivo de la naturaleza como elemento activo en el tratamiento de los pacientes, una arquitectura tropical en armonía con el paisaje natural y cultural en el que se construirá, y donde los usuarios puedan deambular por jardines y espacios colectivos amplios.
Los tres principios conceptuales planteados por las bases, lo ambiental, lo espacial, y la memoria, están sustentados desde la relación directa con la naturaleza como generador de experiencias espaciales.
